Escrito por Santiago – Ene ’15
Dice nuestra Constitución que España es un estado social; ello se debe a que tiene un sistema de Seguridad Social que ejerce una acción protectora en sus modalidades contributiva y no contributiva, que se traduce en el derecho a la asistencia sanitaria, recuperación profesional, prestaciones de servicios sociales, y prestaciones económicas en la situaciones de jubilación, baja médica, maternidad, paternidad, riesgo por embarazo, etc. Pues bien, las citadas prestaciones económicas en su modalidad contributiva, es decir cuando el trabajador ha cotizado previamente, dependen o son proporcionales precisamente al tiempo y a la cantidad por la que ha cotizado: a mayor cotización, mayor importe de la prestación. Dicha cantidad coincide con el total de sus retribuciones, a excepción de determinadas cantidades (fundamentalmente, dietas o indemnizaciones, que no cotizan). Por tanto, si observamos una nómina o recibo de salarios, en su parte inferior, deben figurar unos recuadros o apartados titulados como Base de cotización por contingencias comunes, y base de cotización por contingencias profesionales, o su abreviatura (BCC o BCP), en los que figuran la base de cotización mensual del trabajador, que deben coincidir con las retribuciones mensuales de dicho empleado, incluida la parte proporcional de la paga extra (aunque ésta se pague en recibo separado).
Es importante verificar periódicamente el importe de la base de cotización, pues hay ocasiones como durante el segundo semestre del año 2012 en que el SAS dejó de cotizar por la parte proporcional de la paga extra de diciembre; por lo que el recuadro o apartado de la nómina, base de cotización, aparecía con un importe inferior al de los meses anteriores. Tras las denuncias efectuadas desde este Colegio Profesional y otros entes, el SAS está en vías de regularizar aquella infracotización o pagos inferiores a los debidos, a fin de que las futuras prestaciones de Seguridad Social de los colegiados sean las correctas.
